Al volumen lo completan cuentos, relatos ambientados en diferentes contextos, cuyo hilo conductor discurre menos en las circunstancias que en los tonos, los ambientes y los giros inesperados de sus tramas.
Producto de una labor de tres décadas en la escritura de guiones de cine, la prosa de Gerscovich es directa, se concentra en la acción y los personajes, no se pierde en digresiones, no hay declamación, prescinde de la catarsis y el devaneo.
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