Alexander Sarkoff nació en el S. XIII, en una aldea cercana a Rus de Kief, ubicada donde hoy se hallan Ucrania, Bielorrusia y Rusia Europea. Ebanista como su padre, sus hermanos y un tío realizaban muebles para la nobleza.
A los 28 años llevaba una pacífica vida junto a su esposa y pequeña hija hasta que, en 1240, la invasión de los mongoles destruyó a toda su familia e incendiaron la aldea donde vivían.
Alexander escapó de entre las llamas y herido deambuló durante días hasta que llegó a un castillo aparentemente abandonado donde encontró hospitalidad. El dueño lo acogió y le brindó la ayuda necesaria para que se recuperara. Sin embargo, el amable anciano escondía un insospechado secreto: una comunidad de vampiros.
Alexander llega hasta nuestros días, siendo un ebanista de prestigio y un vampiro cauteloso. Ha vivido durante varios siglos en un castillo, en Ucrania. Cuando en los años 1932 y 1933, la Unión Soviética sufre las consecuencias de una hambruna generalizada conocida como el Holodomor, cientos de personas, en su mayoría campesinos, mueren de hambre. Fue cuando Alexander por primera vez en su vida se marcha hacia otras tierras, junto a otro grupo de vampiros.
Alexander vivirá por muchos años en diferentes ciudades de Canadá, hasta llegar a la Argentina. Atraído por la belleza del país, se instala en un pequeño pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, en Todd. Su vida sufrirá un cambio radical cuando conoce a Pilar, una mujer que lo conectará a los recuerdos de su esposa y de su hija a través de los misterios de la reencarnación y que lo llevará a un insospechado final.
Esta historia te hará odiar y despreciar, también amar y compadecer al mismo tiempo a Alexander. Te sumergirá en los cambios de épocas desde la antigüedad hasta nuestros días.
Y tal vez te preguntes, ¿cuáles son los límites de la realidad y la ficción?
Nora Olga Vidal
Nació un martes nueve de octubre a las cuatro de la madrugada del cincuenta y uno, en el hospital Argerich. Actualmente vive en Palermo, Buenos Aires.
Lee, escribe y pinta desde hace muchos años. Aunque no se considera una experta escritora ni pintora. Son sus cables a tierra.
Publicó: Todo Sentimientos, escrito para ella, y para quien quisiese agasajar al espíritu con su lectura.
Su paso por la Universidad del Salvador cuando estudia yoga, la llevan a conocer y estudiar la religión y la filosofía de la India que la sumergirá en temas concernientes a la reencarnación y que, después de largos años, volcará en esta su primera novela.
